Siento que estoy escribiendo en un diario íntimo 🙂
Es que ayer fue un día importante, porque en mi hogar empezamos a compostar. Calculo que hay gente que se levanta una mañana y simplemente empieza, pero acá fue muy dilatado en el tiempo. El 2023 iba a ser el año en el que en mi casa empezábamos a dedicarle más tiempo al cuidado del medio ambiente, pero eso no pasó. Porque se fue pasando el año, porque me daba fiaca, porque bastante ya con que separo residuos en dos, porque excusas siempre sobran 🙁
Alrededor del mes de septiembre, contándole a mi comunidad esta intención, me escriben de Kompost Argentina y me mandan una compostera muy monona para mi galería. Y ahí quedó, juntando polvo durante todo el verano mientras yo veía el inicio de este proceso como una fiaca total.
Pero ayer domingo, sin proponérmelo mucho, me pareció una buena idea. Así que como no sabía nada al respecto, me puse a leer el folleto y a tirar los primeros residuos.
¿Qué sentí? En primer lugar, la satisfacción de haber dado ese primer paso para lograr algo que venía postergando. Eso siempre es placentero.
En segundo lugar, felicidad por haber iniciado un camino de conciencia familiar que solo nos puede hacer bien a nosotros y al mundo, nada malo puede salir de esto salvo llenar la galería de moscas (como más de una seguidora me ha mencionado).
Después de leer las instrucciones básicas, empezamos a colocar los primeros residuos en el cajón de arriba de todo. Ayer tiramos cáscara de papa, zanahoria, cáscara de huevo, un cartón permitido, algunas hojas secas, unas servilletas y cáscara de naranja. Este último punto fue el más polémico, porque tuve muchos comentarios diciendo que los cítricos hay que manejarlos con cuidado. Pero ya pasaré por acá a relatar mi experiencia (que con poco más de 24h podemos decir que es nula).
Dejo acá las principales recomendaciones de la comunidad, porque si estás leyendo esto debés ser súper nueva en el tema como yo soy hoy:
-Esta es mía y la descubrí en el minuto 0 (en realidad lo he visto en todas las casas que compostan pero lo experimenté en el minuto 0): hay que tener un espacio al lado de la bacha para ir juntando lo que vas a compostar. Porque en general la compostera está más alejada e ir y venir no es lo más práctico. Yo ayer designé un plato, pero he visto unos bowls de cerámica con tapa muy hermosos que seguro voy a sumar.
-Picar bien chiquitos los residuos así es más rápida la descomposición.
-Poner pocos cítricos. Si hay lombrices (que entiendo que es lo mejor), me recomendaron directamente no utilizar ni cítricos, ni ajo, ni cebolla, porque las matan.
-Alejarla de la casa, puede traer moscas y olor. Adiós a mi plan de dejarla en un rincón de la galería, ja.
-Poner residuos secos y húmedos alternados para controlar la humedad. O sea, entrre los orgánicos poner capas de hojas secas o papel. Y tener cuidado con el cartón o papel impreso.
-El líquido que sale por debajo es muy bueno, se puede mezclar con 10 partes de agua y sirve como abono y fertilizante.
-Abrirla cuando hay sol, así se seca. Mover el interior.
-Y obviamente, no poner lo que no está permitido como panes o harinas, productos químicos, carnes, lácteos, grasas y más. Todo esto se puede chequear acá: https://www.kompost.com.ar/como-compostar/
Ese es todo el aprendizaje de mi primer día compostando. Ojalá te sirva y pronto escribiré el capítulo 2 🙂
La foto de portada es de Lenka Dzurendova en Unsplash.