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¿Cuánto hace que no invertís en vos misma?

Es una pregunta que me he estado haciendo mucho últimamente. Uno de mis pasatiempos favoritos en este momento es conocer a las mujeres a través de sus hogares. Me encanta conversar con mujeres emprendedoras, con aquellas que no lo son, con las que parecen tener todo bajo control y con las que están tratando de resolver cómo lidiar con la vida. Y muchas veces les pregunto: ¿estás invirtiendo en vos misma?

Cuando hablo de inversión, me refiero más allá del tiempo que podamos dedicarnos en estar mejor (que también es clave), sino a una inversión tangible: el dinero. ¿Estás destinando dinero para tu crecimiento?

La importancia de invertir en nosotras mismas

Cuando hablo de crecimiento, puede ser tanto personal como profesional. Aprender un nuevo idioma, hacer un curso que te interese, informarte sobre una herramienta nueva que te ayude en el día a día, todo esto forma parte de invertir en nosotras. Muchas mujeres estamos abrumadas por el trabajo, por ser “taxis” para nuestros hijos, por la rutina diaria de cocinar, y en el proceso, nos olvidamos de nosotras mismas. Quizás hay un hueco para ir al gimnasio, pero sé que hay muchas que hace mucho que no se animan a aprender algo nuevo.

Si estás ahí, te entiendo 🙂

Yo también viví así durante mucho tiempo. Pero en los últimos cinco años, cambié mi enfoque. Creo que no había estudiado nada ni invertido en mi desde que había terminado la facultad, y ahora lo único que quiero hacer es aprender, ja. Quiero leer más, inscribirme en nuevos cursos y aplicar todo lo que aprendo, ¡me parece tan enriquecedor!

Es importante mencionar que entiendo que la situación económica es complicada, que hay muchas personas que no llegan a fin de mes, pero creo que eso no nos tiene que limitar. Creo que cuanto más invertimos en nuestro crecimiento, más nos comprometemos, pero para cada una es diferente y hay alternativas para todas las posibilidades. Ni hablar si nos enfocamos además en sanar las creencias limitantes con el dinero, que muchas de nosotras, incluyéndome, aún estamos trabajando. Sin embargo, más allá de eso, creo que es clave empezar a pensar en la importancia de invertir en nosotras mismas. Dejar de pensar en muchas cosas como «costos» y empezar a verlas como lo que realmente son: inversiones. Cuando ese dinero lo ponemos al servicio de algo que nos hace crecer, es definitivamente una inversión.

El equilibrio entre aprender y aplicar

Por supuesto, es importante encontrar un equilibrio. No podemos pasar todo el día aprendiendo, porque también necesitamos tiempo para aplicar lo que hemos aprendido. Escuchar a quienes saben está bien, pero si no llevamos ese conocimiento a la práctica, de poco sirve.

Esta reflexión surgió en parte gracias al lanzamiento el mes pasado de mi curso Tu casa, tu magia. Varias mujeres me dijeron que les hubiese encantado sumarse, pero se sintieron frenadas por el precio. Esto me hizo pensar: sí, el curso tenía un costo que algunas podían considerar elevado, pero cuando comparás todo lo que aprendés y lo que ahorrás en errores, la inversión se vuelve pequeña en comparación. Y me da la sensación que muchas veces no vemos eso. Una de mis alumnas, después de trabajar bien las medidas de su living, se dio cuenta de que la ubicación de una ventana no sería cómoda para su día a día. Gracias a lo que aprendió en el curso, hizo que su arquitecto la moviera. Evitar ese error le ahorró una gran cantidad de dinero y dolores de cabeza. Cuando lo comparás con lo que podría haber gastado en muebles que no hubieran funcionado bien, la inversión en el curso queda muy baja. Menciono este ejemplo porque es muy nuevo, pero aplica para cualquier caso en el que queremos aprender algo nuevo e invertimos en que alguien que ya pasó por eso nos guíe y enseñe.

No te olvides de vos

Quiero motivarte a encontrar aquello que te apasiona, eso que siempre quisiste aprender. Puede ser un curso online, que hoy en día tienen muchas ventajas, o un taller presencial, que también aporta mucho. Lo importante es no quedarte quieta.

No te olvides: la mejor inversión es la que hacés en vos misma.

¡Beso!

Sofi.-

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